La pre-boda de Raquel estuvo llena de imprevistos, pero todo salió genial. Con ella fue muy fácil trabajar, se dejó asesorar completamente de principio a fin. Empezamos por su base de color aplicando un marrón cobrizo con unas mechas muy finas que, hoy por hoy corresponden a las «baby lights», es su misma gama. El recogido sencillo y desenfadado, optamos por crearle volumen en la zona alta frontal, de manera que le estiliza y además, algo primordial, ella estaba cómoda. Por el contrario en las zonas laterales se lo restamos. La forma del recogido tenía una base de rizo ancho, que luego estuvimos dividiendo en cordones descolocados, de esta forma llevaba toda su cara despejada, luciendo sus facciones, muy femeninas por cierto. Sus ojos color miel intentamos agrandarlos con tonos cálidos, marcándolos y dando profundidad en la línea del ojo con un negro intenso, mientras que en el resto dejamos toques muy sutiles para un efecto nudé.
«Gracias Raquel y a todas sus invitadas por hacer que nuestro trabajo, nos resulte más fácil.»